La lectura me pareció muy
interesante ya que nos hace viajar desde la infancia del lector , recordar
experiencias similares, como por ejemplo quien no ha olido un libro nuevo,
particularmente me encanta el olor y creía que era uno de los pocos que gustaba
de esta esencia, inmediatamente recordé cuando olí mis libros de la saga de crepúsculo,
la sensación de sentir el placer de abrir el libro por primera vez y que era
solo mío, que me podía tomar mi tiempo en leerlo y viajar por el mundo de la imaginación.
Antes de la pregunta de la guía no
había caído en cuenta de la relación de la lectura con los sentidos corporales
como el tacto y el olfato, que la sensación de lo nuevo me inspiraba y motiva a
leer con la plenitud de ser el primero, pese a que existan miles de copias, de
cómo las imágenes, colores, letras, llaman nuestra atención y puede motivarnos
a realizar una lectura y como nuestra mente proyecta los recuerdos de los
olores, sabores, sensaciones cálidas, frías, erizando nuestra piel y estremecernos
con la historia a tal punto de trasnocharme por querer saber más, esta relación
es importante ya que nos permite
contextualizar nuestros recuerdos con el contenido de nuestra lectura.
La lectura nunca me imagine que
fuera agradable hasta mi vida universitaria, ya que en el colegio era impuesta
y con tiempos de control, limitando la imaginación y nunca con un espacio
voluntario, mientras que en la universidad se presento como un reto que paso a
paso me gusta más, de leer y releer hasta encontrar el código de la lectura y
el pensamiento del escritor, llenando mis expectativas, aclarando dudas por tal
razón creo que como futuros docentes debemos crear este vinculo desde la
escuela para perder el miedo a la oscuridad y aceptar la lectura como un reto,
un escape, un gusto, un universo que nos permite imaginar y crear lo que
queramos, esta lectura me encamino y me mostro que se puede disfrutar de
cualquier modo la lectura y que los espacios los puedo encontrar fácilmente que
la constancia y la practica son esenciales para aprender a leer y escribir que solamente no es
repetir una palabras que forman una oración y estas a su vez un párrafo, que
hay que sentirlas, enamorarse de ellas y dejar que toquen nuestra mente para lograr
un cambio y permitir la formación y el mensaje del escritor actúen en nuestras
vidas.
Te puedes imaginar los sentidos en el Perfume... ese juego con el olor... ese inició del Perfume nos invita a oler.... hay muchos libros que degustamos... palpamos...
ResponderEliminarSi, es espectacular dejarnos llevar sin límite por la lectura e intentar saber como por ejemplo, cual era ese olor perfecto que atraía a todos, cual es nuestro olor y esencia, pero estoy ansioso por analizar la poesía y ver como ella endulza mis sentidos y pensamientos.
EliminarCreo que lo más difícil que puede lograr un escritor es traspasar el papel y lograr impregnar en el lector, emociones, sentimientos, sensaciones y situaciones. A diferencia de los historias visuales como el cine o la tv, la lecturas nos permiten construir nuestros propios imaginarios. Nuestra mente fabrica rostros, objetos, lugares y como en este caso, olores.
ResponderEliminarEste tipo de lecturas rompiendo todas las leyes físicas y los conceptos que tenemos del mundo real, como el caso de cuento del pez cometa o la mamá cometa, estimulando en nosotros como lectores la expectativa de qué va a ocurrir, cómo terminarán las situaciones. Mueven nuestras emociones, y nuestro estado emocional varía de acuerdo al ritmo que lleva la historia. Es por eso que en algunos casos la creatividad de estas historias, alimenta la nuestra y nos presenta el reto de si nos dejarnos sorprender o no en cada lectura.
Con respecto a las experiencias, cabe resaltar que todo lo que uno vive, tarde o temprano lo repetirá con otras personas, hasta que este tipo de experiencias sean parte del pasado y se convierten en conductas que deseamos, una vez superadas, nadie más las repita, lo que convierte a la lectura en una forma de aprender de la vida.
Las Lecturas y Escrituras Vividas me han estimulado para descubrir que los escritos pueden no sólo sorprendernos sino animarnos a continuar inmersos en todo un mar de historias o en un mar de conocimiento, olvidando las primeras experiencias donde la lectura no era el resultado de nuestro interés, sino de un requisito académico, que pretendía despertar en nosotros el interés. Es una paradoja que contiene un error pedagógico que detuvo nuestro desarrollo como individuos, pero que a través del tiempo ha quedado atrás.