Rodari hace algo
maravilloso cuando pronuncia esta frase que sirve de preámbulo a su libro: “ No
para que todos sean artistas sino para que ninguno sea esclavo” me llego
muy dentro el pensar que nuestra tarea
tanto dentro como fuera del aula como padres y madres pero sobre todo como
docentes debe promover a la fantasía como una valiosa herramienta que nos sirva
como medio para desarrollar y como lo propone el autor toda clase de
sensaciones y de estimulaciones para que nuestros hijos y estudiantes quienes
permanecen en las aulas recibiendo “instrucción” sobre áreas particulares
puedan a través de ella explotar todo su potencial tanto científico como
estético.
Es también a través
de ella que somos libres pues está
cimentada sobre la realidad y así es posible que sobrellevemos aquellas cosas
que a veces no son tan amables para cada uno en la cotidianidad en mi caso lo fueron las matemáticas, así y de algún modo la fantasía nos invita a hacer más
agradable cada experiencia pues nos permite exaltar las características de lo
que experimentamos y poder llevar a un nivel fuera de lo común aquello que mas
amamos hacer como en mi caso la música, definitivamente nos permite soñar.
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