Donde viven los monstruos…
Que experiencia tan agradable poder conocer estos cuentos que a pesar de mi labor con niños pequeños no conocía,
y más si lo hago de esta forma: escuchando la narración de alguien con experiencia que nos sirve como referente para que esta práctica que como lo
cita el texto de Aidan Chambers debe ser en lo posible algo que haga parte de
la cotidianidad y que ayude a nuestros estudiantes en los procesos relacionados
con la lectura y por supuesto con la escritura, debemos tener en cuenta también
todas las observaciones que se nos hacen al respecto en cuanto a la planeación,
el tono y la forma de hacer participes a los niños de la misma no solo de
cuentos sino de poesías y otros géneros que los lleven a reconocer la
estructura de los mismos y así motivar en ellos esa voluntad necesaria para
encaminarse por el sendero maravilloso de la literatura.
En relación al cuento el modo de
su narración genero en mi el vuelo de mi imaginación, recrear todo lo que este pequeño vivió en tan solo un rato y que del mismo modo se dio porque su imaginación se
lo permitió, esta es la manera de hacer experimentar a nuestros niños dentro
del aula y fuera de ella ya que debemos ser consientes que no todos tienen en
casa un referente al cual imitar en cuanto a la lectura, así que en nuestra
labor docente recae esa responsabilidad de hacerlos disfrutar y divertir y así
hacernos inolvidables en sus vidas.
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